Ciudad Juárez (México) – La crisis humanitaria en la frontera norte de México se agudiza con el inicio de la temporada de frío, que ha provocado que miles de migrantes en Ciudad Juárez duerman a la intemperie o en refugios sin calefacción con temperaturas de hasta 3 grados Celsius.
Los migrantes que llegaron a Juárez en los últimos días cruzan el fronterizo río Bravo, aunque el agua esté cerca del punto de congelación.
Además, la mayoría de ellos viene de lugares más cálidos, por lo que el clima gélido de la frontera complica su llegada y estancia, advirtieron defensores de migrantes consultados por EFE.
La Diócesis de Juárez llamó a los ciudadanos a aportar abrigos y alimentos al principal comedor que alimenta a migrantes, que se ubica en Catedral, pues el primer frente frío que entró a la ciudad bajó las aguas estancadas del río Bravo hasta un mínimo de 3 grados.
Seryo, procedente de República del Congo, llegó hace casi una semana a esta frontera, donde el frío lo ha impactado.
“Pasamos la noche, estuvo muy frío aquí, vengo con mi familia y llevamos cinco días en Juárez, está muy frío. África tiene mucho calor, tiene un clima muy diferente”, narró el africano, con una mezcla de español, italiano y francés desde el albergue instalado por el Instituto Nacional de Migración (INM) a metros del puente internacional Paso del Norte.
Una situación extrema en la frontera
Ciudad Juárez es uno de los puntos focales del flujo migratorio “sin precedentes” de México y Centroamérica, como ha advertido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que esta semana señaló un incremento anual de más del 60 % de la migración irregular que atraviesa territorio mexicano en lo que va del año.
Los migrantes que llegan a esta ciudad, fronteriza con El Paso, Texas, en Estados Unidos, afrontan condiciones climáticas extremas, con calores superiores a los 40 grados en verano, y ahora con frentes fríos que se acercan a los 0 grados.
“Cayó el frío, como de repente y uno no estaba preparado, como cayó de sorpresa fue duro”, dice el colombiano Jesús Ruiz, quien explica que en su país las temperaturas nunca bajan tanto.
Solidaridad con los migrantes en México
Margarita Soto es voluntaria en el comedor de Catedral, donde dice que ahora, ante el frío, además de comida, se necesitan donativos de ropa de invierno, pues los migrantes vienen desprotegidos.
“La necesidad por el momento son alimentos, granos, comida enlatada, leche para los niños, pañales y para el tiempo de frío las cobijas, abrigos, gorros, chamarras, guantes, porque muchas personas vienen solo con la ropa que traen puesta y no están acostumbradas a este frío”, expuso.
La mujer lamentó que los migrantes que están en la calle no siempre reciben ayuda de los juarenses en el norte de México.
“Muchos están en situación de calle, pidiendo en los cruceros limpiando vidrios y muchos nos hablan de la discriminación que han vivido por parte de los mexicanos”, observó la voluntaria, quien se encarga de que alrededor de 500 platos se sirvan cada día.
El vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, Juan Carlos López, dijo que el número de migrantes que atienden ha bajado un poco en los últimos días, pero que esperan una ola por la caravana que viene con cerca de más de 6.000 migrantes desde Tapachula, en la frontera sur de México.
“Es importante seguir colaborando porque se prevé que con esta nueva caravana que comenzó en estos días, la gran mayoría vienen a Ciudad Juárez, que es a donde más llegan”, indicó.
Asociaciones defensoras de migrantes han notado en los últimos días una disminución de la cantidad de migrantes por el frío y una mayor vigilancia de las autoridades mexicanas, tras la ola migratoria entre agosto y octubre.
“Sí bajó la cantidad, pero no desaparece nunca, no es el número que tuvimos hace un tiempo, pero sigue presente, pasamos ya los momentos críticos, cuando hubo una presencia muy grande en el centro, eso disminuye la cantidad, pero no la desaparece”, agregó López.
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